jueves, 19 de marzo de 2020

"Palabra de Masón", de Joaquim Villalta



Desde siempre los escritos de Joaquim Villalta me han parecido especialmente estimulantes por una razón un tanto particular. Joaquim y yo compartimos un criterio bastante parecido respecto a lo que es la historia de la masonería, lo que son sus momentos más importantes y cómo se produjo su evolución. Además, ambos compartimos la devoción por el masonólogo francés Patrick Négrier. 

Sin embargo, a pesar de este identidad de criterio que compartimos respecto a la historia de la masonería, y a pesar de que ambos trabajamos con los mismos mimbres (y esta es la razón por la que sus escritos me resultan tan interesantes) los cestos que nos salen suelen ser diferentes. Creo que ello sucede, con todos los matices y excepciones que se quiera, porque él bebe de la tradición francesa y yo de la inglesa, o sencillamente porque nuestra perspectiva de la masonería es distinta. Joaquim suele coger temas que a mí también me interesan, pero con frecuencia coloca el foco de luz en lugares distintos a los míos, con lo que la perspectiva resultante suelen ser también diferente. 

Joaquim acaba de publicar su último libro: Palabra de Masón, el cual vamos a desmenuzar un poco ahora.



Fundamentalmente, el libro gira en torno a la evolución histórica y a las implicaciones del Rito de la Palabra de Masón (Mason Word), rito que los masones calvinistas crearon a comienzos del siglo XVII debido a que el anterior rito, el Rito de los Antiguos Deberes, creado en un contexto católico, incluía elementos incompatibles con su fe. Lamentablemente, conceptos tales como Antiguos Deberes, Palabra de Masón, Estatutos Schaw, Antiguos y Modernos, etc. suelen ser desconocidos por la mayor parte de los masones españoles, o al menos solo son unas palabras que les resultan vagamente conocidas. El libro resulta muy ameno de leer, dado que se adentra de manera bien documentada en temas realmente medulares, y toca cuestiones muy variadas. He de decir que incluso cuando he leído ideas que no comparto, las hipótesis de trabajo son muy aprovechables y, en conjunto, es un libro que ofrece unas bocanadas de aire fresco de las que la literatura masónica española está bastante necesitada.

Joaquim recorre en breves artículos hitos masónicos que no solo afectan a la Palabra de Masón, sino también a su contexto, como la diatriba entre Antiguos y Modernos, la Iniciación de Robert Moray, los catecismos masónicos y el arte de memoria, elementos simbólicos y temas más generales como la universalidad del rito, la definición de grados escoceses o el método iniciático. Cada uno de esos temas merecería un ensayo por separado. De hecho el libro es un retablo de temas que abren el apetito del lector por querer saber más del verdadero origen histórico de la masonería.

Un tema sobre el que ya hablamos tiempo atrás y que bien merecería un debate es si los Modernos de 1717 habrían aceptado en sus logias a ateos. Yo no lo creo, pero Joaquim opina que sí, y cita un argumento de Porset (que no me convence y sobre el que no me detendré aquí), y otro, que me parece mucho más sólido, de Patrick Négrier. Es este último argumento el que creo que fija correctamente el marco de la discusión. Lo que Négrier dice fundamentalmente es que Anderson y cia. convirtieron la fe en una ortopraxis, en un modo de comportamiento honesto más que en una profesión de credo religioso. Pensar que un ateo profeso y declarado podría haber entrado en una logia londinense de los 1730s me parece poco verosímil. Ahora bien, en la larga línea que se extiende desde el "soy ateo pero quiero entrar en la logia" hasta el "soy un fanático noaquita y quiero entrar en la logia", hay muchos puntos intermedios, algunos próximos al ateísmo teórico. El tema ofrece un interés innegable.

Joaquim trata también el tema de la regularidad e irregularidad, y lo hace siguiendo el libro Art Royal et Regularité, del citado Patrick Négrier. Si los británicos, a pesar de sus sesgos particulares (desprecio por los irlandeses, rechazo de los grados escoceses por su aura jacobita, londocentrismo) han tenido soberbios historiadores masónicos, en el tema de la exégesis masónica son netamente inferiores a los pensadores franceses, y esta es una buena muestra de ello. Creo que este es el capítulo más extenso del libro; abre un ámbito de discusión muy sugestivo, e invita también a leer el excelente libro de Négrier.

Antes de concluir quisiera entonar un mea culpa.

El mea culpa es porque Joaquim reproduce como foto del irlandés Laurence Dermott un retrato que en realidad es de Joseph Monfort, primer y único Gran Maestro de todas las colonias inglesas norteamericanas en su conjunto. Al principio se creyó que ese retrato era el de Dermott, de modo que yo mismo lo anuncié a bombo y platillo como tal. Pero pocas semanas después el masonólogo Ric Berman confirmó que el retrato correspondía a Joseph Monfort. Sin embargo, Editorial Masónica puso ese retrato en la portada de su edición de Ahiman Rezón; me propuse avisar a Nacho Méndez-Trelles del error, pero no lo hice, y ahora lo pone en páginas interiores Joaquim. Pido disculpas.



En fin, resumiendo, un libro sumamente interesante y muy aprovechable, y con el que el lector podrá descubrir de manera amena muchos elementos históricos de la masonería que suelen resultar desconocidos para el masón español medio. Y como siempre, seguiremos esperando nuevas aportaciones de Joaquim.